Hace muchos años era habitual que las familias tuvieran muchos hijos, era un destino casi inevitable, pero en la actualidad esa elevada natalidad de antaño está cayendo cada vez más, y es que es común hoy en día ver parejas que solo tienen un hijo o que directamente deciden no tenerlos. Dejando a un lado el hecho de que decidir tener o no hijos es algo meramente personal, podemos decir que es claro que todos los indicadores muestran que los nuevos nacimientos a nivel mundial son tan escasos que en algunas ciudades ya hay más perros viviendo como mascotas que niños menores de diez años, o incluso casos más extremos como el de Corea del Sur, cuya tasa de natalidad es tan baja que podría llegar a perder la mitad de su población. Claramente esta baja natalidad es consecuencia de las condiciones económicas tan adversas que vivimos en la actualidad, y es que cada vez es más difícil conseguir un trabajo estable y bien remunerado que permita tener la solvencia económica que requiere tener un hijo, y es claro que esto seguirá empeorando por lo que seguramente la tasa de natalidad a nivel mundial seguirá disminuyendo. Por todo lo anterior podemos decir que la baja tasa de natalidad a nivel mundial es tan solo la consecuencia directa de la economía mundial adversa.
En la cotidianidad podemos darnos cuenta de cómo los precios de absolutamente todo han subido, la inflación avanza cada vez más rápido y los sueldos cada vez alcanzan menos. Bajo estas condiciones que vivimos hoy es prácticamente imposible plantearse tener un hijo, lo cual requiere una inversión de dinero y tiempo considerable, y mucho menos para las mujeres, ya que, como sabemos, son ellas las que usualmente dedican la mayor parte de su tiempo en atender las necesidades básicas del bebé, por lo que iniciarse o avanzar en la vida laboral es prácticamente incompatible con la labor de ser mamá. Para ser padre debes solventar todos los gastos de la casa, la comida y demás aspectos básicos no solo de ti sino de tu esposa y tu hijo, por lo que hay que asegurar necesariamente un ingreso considerable para poder sobrellevar toda esta carga económica, por lo que si no tienes un ingreso estable claramente es una decisión que no te puedes permitir. La precaria situación laboral y los sueldos paupérrimos de muchos trabajos son la muestra de la situación económica mundial tan complicada que vivimos en la actualidad, y lamentablemente mientras esta situación no mejore es claro que vamos a ver una mayor reducción de la natalidad a nivel mundial, puesto que, como ya vimos, es evidente que hay una correlación entre la economía y la natalidad.
Es evidente que la baja natalidad a nivel global es consecuencia directa de la situación económica actual, por lo que resulta complejo mejorar estas estadísticas sin una recuperación sostenida de la economía, lo cual es prácticamente imposible ya que las guerras, la inflación y las tensiones comerciales que se viven actualmente no ayudan en absoluto a mejorar el panorama. Es inevitable preguntarnos si en el futuro solo aquellos que tengan una estabilidad económica serán los privilegiados en poder formar una familia.
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